Anclado en pleno barrio judío de Toledo o Judería Mayor, emerge como un buque esbelto y elegante el monasterio de San Juan de los Reyes, que no quiere estar quieto sino que parece desear navegar a través del Tajo hacia las vegas menos abruptas que el lugar donde se encuentra, nada menos que en el Monte del Alcohol, en pleno Mercado del Cielo donde podían comprar y comerciar tanto judíos como árabes o cristianos.
Fue mandado construir por los Reyes Católicos en 1476 en conmemoración del nacimiento de su hijo Juan y de la batalla de Toro, en la que las tropas que apoyaban a Isabel y Fernando, vencieron a las huestes del rey de Portugal Alfonso V de Avís, que apoyaba a Juana «la beltraneja», con la que había casado en 1475 y a la que consideraba legítima heredera al trono de castilla tras fallecer su padre Enrique IV «el impotente», hermanastro de Isabel.
Fue mandado construir por los Reyes Católicos en 1476 en conmemoración del nacimiento de su hijo Juan y de la batalla de Toro
Construido en gótico florido también llamado toledano o isabelino, lo que iba a ser una gran colegiata que sirviera de enterramiento a los Reyes Católicos, al final no fue ni una cosa ni la otra, nunca fue tal colegiata y tampoco fueron allí enterradas sus Majestades Católicas, ya que al conquistar Granada, (último reducto de los árabes en la Península Ibérica), Isabel y Fernando decidieron enterrarse allí, pues parece ser que en una de sus visitas a Toledo en plena construcción del «Panteón Real» ya el primer proyecto encargado a Mendo Jahenet, no fue del
agrado de la reina Isabel y es célebre su frase «¡Qué nonadica me habéis hecho!», es decir, que le pareció pequeño a su «Católica Majestad», tras lo cual se encargó un nuevo proyecto y sería el arquitecto Juan Guas (que era el maestro de obras de la Catedral Primada), el responsable de llevar a cabo el nuevo trazado; trabajaron también Enrique Egas, Simón de Colonia y los hermanos Antón.
El edificio representa un gran catafalco en el que los pináculos góticos se nos antojan como los candelabros que sujetan los velones.
Se dio comienzo a las obras en 1477 finalizándose tanto la iglesia como el claustro a principios del siglo XVI. La magnífica escalera que une las dos plantas del claustro la realizó Alonso de Covarrubias a mitad de ese siglo. Nicolás de Vergara «el Viejo» proyectó la gran portada de acceso a la iglesia en 1553 pero el encargado de acabarla fue Juan Bautista Monegro en los primeros años del siglo XVII.
Está presente por todo el edificio el emblema de los Reyes Católicos, que consta de un águila (representando a San Juan Evangelista) sujetando el escudo en el que se distinguen los distintos reinos que formaban parte del poderío de Isabel y Fernando. También están presentes el yugo y las flechas y llama poderosamente la atención al visitante a este importante monasterio, los grilletes o cadenas de los presos cristianos liberados al conquistar el reino de Granada y que cuelgan de las paredes exteriores del templo (leer una leyenda relacionada con estas cadenas).
En este templo podemos leer recorriendo sus muros la divisa templaria: “Non nobis domine, non nobis sed tuo da gloria” –Nada para nosotros Señor, sino a tu santo nombre hemos de glorificar-
Si nos damos cuenta el edificio representa un gran catafalco en el que los pináculos góticos se nos antojan como los candelabros que sujetan los velones. Destaca en todo este conjunto el cimborrio a modo de corona real que culmina la obra, de forma octogonal (que significa eternidad), con arcos y vidrieras por donde entra la luz al interior, alternándose con otros huecos ciegos, este cimborrio se remata también por pináculos. La cabecera está compuesta de seis contrafuertes donde observamos sendos «reyes de armas» con el escudo de los Reyes Católicos con sus vestimentas, son figuras de tamaño natural.
La iglesia de San Juan de los Reyes
La iglesia es espléndida y de una sola planta de estilo isabelino, recibe la luz de las vidrieras y del cimborrio antes citado. Posee capillas a ambos lados entre los contrafuertes y podemos observar una verdadera explosión alegórica a los Reyes Católicos y así vemos su escudo con sus iniciales, el yugo, las flechas y el águila de San Juan por todas partes, además de una inscripción en latín en la parte del presbiterio y crucero que hace alusión a Isabel y Fernando.
Otra franja, en castellano recorre el resto de la iglesia. En principio la entrada a este impresionante templo estuvo a los pies debajo del coro, con lo cual el efecto visual que se producía al entrar era espectacular, pero por la dificultad que tenía este acceso se tapió y se dio entrada a la iglesia por la plaza que hay delante mediante una gran portada. Posee importantes rejas de varios estilos y vidrieras de diversos autores, entre las cuales destacaríamos la que hay encima de dicha portada en la que vemos el escudo del cardenal Plá y Deniel. El retablo que contemplamos en la actualidad, que no es el original ya que éste desapareció con la invasión francesa, pertenece al Hospital de Santa Cruz y lo realizó Francisco Comontes, observándose escenas de la vida de Jesús, de Santa Elena y el escudo del cardenal Mendoza. Por encima de este retablo existe un lienzo del siglo XX de Romero Carrión.
El claustro de San Juan de los Reyes
El impresionante claustro de planta cuadrada y de dos pisos, según algunos historiadores se construyó o se terminó tras la muerte de Juan Guas y en su parte baja abierta al jardín está enmarcado por arcos decorados con tracerías góticas, mientras que en la parte superior lo hace mediante arcos mixtilíneos propios del gótico tardío. No se puede explicar en un capítulo como éste (que no ha de ser excesivamente largo) la belleza del claustro de san Juan de los Reyes, profusamente decorado en su parte inferior y en la superior quiero destacar que están presentes los escudos de todos los reinos que poseían Isabel y Fernando. Hay muchas autores que han relatado con todo lujo de detalles la belleza de este monumento, por tanto desde aquí solo quiero invitarles a que lo visiten porque merece la pena.

Tanto en la Guerra de la Independencia como en la Guerra Civil, san Juan de los Reyes sufrió muchos desperfectos, incendios y saqueos, llegando a desaparecer uno de los claustros. Hoy día sigue siendo monasterio franciscano, los frailes son los encargados de la parroquia y de asistir a todas las ermitas de su demarcación y tiene el culto parroquial propio además de celebrarse en él numerosas bodas por lo atrayente de su belleza, también lo visitan numerosos turistas porque es un monumento único.

Vídeo sobre San Juan de los Reyes:
Horarios de visita a San Juan de los Reyes (2021):
- Debido a la pandemia COVID-19, consultar horarios.
- Invierno (del 16/10 al 28/02): de 10h00 a 17h45
- Verano (del 01/03 al 15/10): de 10h00 a 18h45.
- Abierto de lunes a domingo todos los días del año, sin interrupción a mediodía.
- Días de cierre: el 25 de diciembre y el 1 de enero, cerrado todo el día. El 24 y el 31 de diciembre, cerrado a mediodía.
- No es necesario reservar la visita, pues no hay problemas de aforo. La taquilla cierra 20 minutos antes.
Precios de visita a San Juan de los Reyes (2021)
- General: 3 €
- Reducida: 2’50 € *
Más información sobre San Juan de los Reyes:
- El monumento se incluye en la Pulsera Turística de Toledo.
- Web oficial (Monasterio)
- Visita virtual
- Fotografías antiguas en ToledoOlvidado.com
- Viajar con el Arte
Hola, una consulta, y este monasterio sigue teniendo ese uso? O a donde se han ido los monjes, monjas,