El Parque Nacional de Cabañeros ubicado entre las provincias de Toledo y Ciudad Real es un paraje extraordinario para hacer una pequeña escapada huyendo de las ciudades, o si pasas varios días en Toledo. La enorme riqueza de especies del parque, la buena comida y el silencio que impera en la zona os servirá de desconexión total en estos duros tiempos de pandemia.
Breve historia de Cabañeros
La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha declaró Parque Natural en 1988 a Cabañeros. Antes, este enorme paraje (40.829 hectáreas) ubicado entre las provincias de Toledo y Ciudad Real, en los Montes de Toledo, estuvo ligado a la historia de la ciudad de Toledo, pues fue de su propiedad desde el siglo XIII al XIX.

Con la desamortización de Madoz en 1885, la zona vivió un proceso de privatización que parceló en propiedades en manos de la alta burguesía de la época, dedicando la zona en gran medida a la agricultura y caza, con unos escasos rendimientos económicos y creando una gran pobreza en los habitantes de la zona.
En 1982 la finca se hizo famosa en todo el país por las intenciones de convertirlo en un campo de tiro para la OTAN, con gran oposición de numerosas personas.
Tras la declaración como Parque Natural del 88, el 20 de noviembre de 1995, fue declarado Parque Nacional “Cabañeros”.
El Ministerio (como lo cambian habitualmente de nombre, no dejo ninguno en concreto) ofrece numerosa información que podrás encontrar en este enlace.

La importancia del Parque Nacional de Cabañeros
En este enorme paraje sobrevive intacto el gran bosque mediterráneo de Europa, conservando importante fauna ibérica amenazada, en total libertad. En un paisaje de “rañas” (llanura) y bosque bajo encontraremos mamíferos como la cabra montés, el águila imperial, el buitre negro y el ciervo ibérico, con más de 1800 ejemplares en libertad.

También el parque tiene un gran valor botánico, con al menos 22 especies catalogadas como de interés especial o vulnerables, como las encinas o los alcornocales, las jaras y brezos…
Visitando el Parque Nacional de Cabañeros en un día
Nos dicen los lugareños de los pequeños pueblos que rodean el parque, que la mejor forma de visitar el parque es pernoctar en la zona, en alguna de las numerosas casas rurales que encontraremos y haciendo varios recorridos, siempre guiados, por el parque.
En esta ocasión nosotros vamos a narrar una “pequeña aventura” de un día partiendo desde Toledo (una hora y media de coche aproximadamente) o Madrid, que nos permitirá hacer una rápida escapada para conocer lo esencial del magnífico parque.

Cualquier momento del año es bueno para visitar Cabañeros. Los veranos son secos y calurosos, los inviernos fríos y húmedos. Es una zona perfecta para visitar con niños (además son numerosas las excursiones escolares en la zona). Un momento muy interesante para la visita es el principio del otoño, cuando llegan las primeras lluvias a finales de septiembre y octubre, cuando sucede la “berrea“: el celo de los machos permite escuchar este peculiar sonido que inunda los Montes de Toledo.
¿Puedo visitar el Parque Nacional de Cabañeros por mi cuenta?
Hay diversas rutas de senderismo a pie que se pueden realizar libremente (es muy conocida la “Ruta del Chorro” desde los Navalucillos), siempre siguiendo el itinerario marcado y con mucho cuidado. Ten en cuenta que el parque está vigilado y cualquier imprudencia será sancionada. En la web oficial que tiene creada el Ministerio se ofrecen numerosas recomendaciones.

Varias empresas concesionarias realizan actividades turísticas (en 4×4, a caballo, en bicicleta…) y de aventura en el parque, que requieren reserva previa, sobre todo en temporada alta como festivos o puentes.
En nuestro caso os vamos a narrar una pequeña escapada que hicimos en un sábado de otoño de noviembre 2020.
Centro de visitantes del Parque Nacional de Cabañeros
Hay que partir pronto para llegar lo antes posible a la zona de Cabañeros, pues el área es grande y dependiendo del momento del año la luz puede ser escasa, si nos gusta la fotografía y observar animales. Llegar es sencillo, las carreteras están en muy buen estado. Hay varias formas de realizar la visita, en nuestro caso nos decidimos por llegar hasta Horcajo de los Montes.
En esta pequeña localidad de la provincia de Ciudad Real se encuentra el Centro de Visitantes del Parque Nacional de Cabañeros, es el centro de visitantes más grande del parque, con distintas salas para conocer los tesoros del Parque Nacional de Cabañeros. La exposición principal muestra los diferentes ecosistemas de Cabañeros a lo largo de las cuatro estaciones del año. Además cuenta con una quintería en la que se da a conocer la cultura y tradiciones de la comarca. Se completa con salas de proyecciones, biblioteca, área de picnic, aparcamientos, etc.
Como se encuentra a 1 km del casco urbano de Horcajo de los Montes y dado que casi era la hora de comer, nos desplazamos hasta el restaurante “El Molino de Cabañeros“, ubicado en una antigua almazara de aceite que ha sido rehabilitada como museo y restaurante. La comida excepcional, con platos y carnes típicos de la zona, muy recomendado.

Hay más opciones para comer o cenar en la zona, incluso áreas de merendero, dependiendo del recorrido o de la localidad elegida para iniciar la visita al Parque.
Una ruta en 4×4 por Cabañeros
Tras la comida nosotros optamos, siguiendo las recomendaciones, por una ruta en 4×4 por el parque, saliendo desde el centro de visitantes. Comenzó a las 15:30 y tuvimos la suerte de elegir un día un poco lluvioso (no era demasiado bueno para las fotografías) pero sí para ver a los animales, pues pudimos disfrutar de numerosos ciervos, algún buitre…

Debéis tener en cuenta que esto no es un Zoo, aquí los animales se encuentran a bastante distancia y huyen de los vehículos, por lo que será preciso disponer de prismáticos y si te gusta la fotografía de un buen teleobjetivo para captar alguna buena imagen.
La vegetación es impresionante, con algunos ejemplares de encina con cientos de años. El recorrido en nuestro caso duró unas 3 horas, durante las que Guillermo, nuestro guía / conductor / biólogo nos explicó muchas curiosidades sobre la fauna y flora del parque. En nuestro caso, hicimos el recorrido con “Visitacabaneros.es“, aunque hay más empresas que realizan actividades, como Aventurascabaneros.com.
El paseo en todoterreno durante las 3 horas permite descubrir unos 30 km del parque, pasando por zonas como “el Estrecho”, con numerosos robles y quejigos; el “Puntal del Rostro”, con abundantes líquenes en los árboles; la “Raña de Santiago”, con encinas, alcornoques, donde observar ciervos y jabalíes; el “Mancho del Portugués”, con matorrales y restos de la antigua ocupación del parque; la “Casa de Labradillo”, ubicación antiguamente de ganado y casa del pastor y el “Valle de la Viñuela”, donde se asienta uno de los rebollares mejor conservados del Parque.
Como nuestra visita fue en una lluviosa y oscura tarde de otoño, en noviembre, se nos hizo de noche durante el recorrido en 4×4 (a las 18 horas empezó a oscurecer), dejando el Parque Nacional de Cabañeros sobre esa hora y volviendo a nuestro punto de partida.

Nota: ninguna de las menciones a empresas, restaurantes o servicios turísticos recibe ningún tipo de contraprestación económica o de cualquier tipo por ser mencionada en este artículo. Fueron escogidas al azar o según las diversas opiniones en diversas redes.

Este artículo cuenta con fotografías propias, de Eduardo Salas y David Utrilla.