El conocido historiador Sebastián de Horozco [1] nos ha dejado múltiples noticias e historias del Toledo del siglo XVI que conoció y pateó como nadie. Aquél siglo aún nos depara muchas anécdotas y curiosidades de Toledo como las que traemos hoy a estas líneas.
¿Toledo dejó de ser capital debido a la nieve?
Parece que el año 1561 arrancó con una copiosa nevada que dejó paralizada a la ciudad de Toledo, pues según el cronista cayó tanta cantidad de nieve que “los vivos no se acordaban aver visto otra tal”. Casualmente en aquellos momentos permanecía en nuestra ciudad la corte de Felipe II y por estar las calles tan sucias “ovo tantos y tan malditos lodos quales nunca en toledo se vieron tanto que los cortesanos así por esto como por la grande apretura y carestías de los mantenimientos y malas voluntades que vían en los toledanos, estaban muy descontentos en esta cibdad y deseavan irse de ella a otra parte por manera que los unos y los otros deseavan ver mudança de corte e yo más que todos que extrañamente deseava su ida”. Es decir nos anunciaba el traslado definitivo de la corte hacia Madrid.
La Mujer Barbuda
Por aquellas fechas, exactamente el 11 de febrero, llegó a Toledo una muchacha de 11 años de origen portugués a la que acompañaban sus padres, la cual sorprendió a toda la ciudad debido a una particularidad de su físico: Era una mujer barbuda. Sus padres confesaron que desde la edad de 3 años le habían salido dichas barbas, las cuales eran tan pobladas “como el más barvado hombre”. Se llamaba esta joven portuguesa Dominga. El cronista dice que la vio con sus propios ojos en la posada del marqués de Falces [2], corregidor de Toledo y desde allí se la llevaron al palacio (el Alcázar de Toledo) para que la viesen los miembros de la familia real así como sus damas. Se dice en el texto que aquello eran “dos monstruosidades, la una ser mujer y con barvas y la otra nacerle tan temprano” [3]. El corregidor de Toledo dio licencia a los padres de la joven para que a 4 maravedís la pudiesen mostrar a los que la quisiesen ver. Actitud verdaderamente vejatoria la de sus padres, pero que ellos no entendieron como explotación si no como un negocio familiar… No podemos olvidar que no es la única mujer barbuda que ha pasado por Toledo ya que por fortuna nuestra ciudad conserva en el Hospital Tavera, perteneciente a la Fundación Casa Ducal de Medinaceli el cuadro “La mujer barbuda” de José de Ribera, el cual representa a la italiana Magdalena Ventura con niño entre sus brazos.

Auto de Fe en Toledo
Otros hechos curiosos ocurrieron ese mismo año en Toledo. Por ejemplo tuvo lugar un auto de Fe, es decir aquellos juicios en los que el Santo Oficio sentenciaba a los herejes que había detenido por cuestiones tan diversas como el luteranismo, la práctica de la brujería, la bigamia o la blasfemia. En el auto del 9 de marzo de 1561 salieron sentenciados 23 hombres y 1 mujer, entre los que se encontraba un paje del rey, de origen flamenco. De todos ellos, cuatro fueron relajados o lo que es lo mismo, quemados. Uno de los cuatro, era un fraile natural de Andalucía, otro de Valladolid y otros dos extranjeros, siendo todos condenados por luteranos. Después del auto de Fe, se pusieron en la Vega cuatro palos, en los que fueron atados los cuatro reos para luego ser quemados.

Ahorcados en Zocodover
Quienes también pulularon a sus anchas por aquellos meses de 1561 en los que la corte anduvo por Toledo, fueron los ladrones. Dicen los textos que se ahorcaron a muchos, tanto por la justicia de la ciudad como por los alcaldes de corte y muchas veces de dos en dos. Por ejemplo el viernes 2 de mayo fueron ahorcados por los alcaldes de Corte cuatro juntos en la picota de Zocodover, “cosa o vista en esta cibdad por ninguno de los vivo”. Por ello había cada día en la picota “cabeças de hombres y por los caminos quartos y con todo nunca faltavan ni faltarán ladrones…” El rey Felipe II partiría hacia Aranjuez el lunes 19 de mayo del citado 1561.

El Tajo, seco
Ese año además, fue tan seco que no recordaban los toledanos otro igual. El Tajo venía tan bajo y tan vacío que por cualquier parte se pasaba a pie. Pero en los anales de Toledo encontramos otro año muy seco justo dos años después. En 1567 se llegaron a hacer durante abril y mayo, diferentes procesiones y rogativas para la lluvia. El día 1 de aquél mes, salió una procesión en la que sacaron a la imagen de la Virgen del Sagrario hacia Santa Leocadia de afuera (actual iglesia del Cristo de la Vega) y ese mismo día, volviendo la procesión llovió y se vio claramente “hacernos nuestro señor merced por ruego de su Sanctísima Madre. Bendita sea y alabada”.

Las épocas de sequía nos han acompañado en determinados momentos, aliviadas finalmente por la tan necesaria lluvia que de una manera u otra conseguía subir el nivel del rio Tajo y regaba las huertas y campos toledanos.
José García Cano, 03/11/2017
[1] Los apuntes de Horozco que aparecen en estas líneas se han extraído de la obra: “Algunas relaciones y noticias toledanas que en el siglo XVI escribía el Licenciado Sebastián de Horozco”. Madrid, 1905.
[2] Título nobiliario que poseyó hasta hace muy pocos años la famosa espada del Cid, la Tizona.
[3] Posiblemente lo que padecía la joven Dominga era hirsutismo, un brote anormal de vello en la piel, más frecuente en la mujer que en el hombre.