La importancia de Toledo como ciudad romana está ampliamente demostrada por los investigadores y por los numerosos restos que se siguen localizando bajo la ciudad actual. A continuación os dejamos un resumen de algunas de las infraestructuras de época romana que aún se distinguen en Toledo: Monumentos romanos en Toledo.
Hacia el 193 a.C. se desarrollaron una serie de enfrentamientos cerca de la zona de la actual Toledo, entre diversos pueblos de la Meseta Norte (vaceos, vettones y celtíberos) con las tropas romanas de Marco Fulvio Nobilior. En el 192 a.C. se conquista la ciudad de Toledo, con el objetivo de controlar el importante vado del Tajo.
El historiador Tito Livio hace referencia al originario oppidum desde los inicios de la penetración romana en el interior peninsular a principios del s. II a.C., lo que por sí sólo es una muestra de la relevancia del asentamiento, calificándolo de “parva urbs, sed loco munito” (cuidad pequeña, pero fortificada).
Con el paso del tiempo, Toledo se convirtió en municipio romano, provocando la transformación total de la ciudad, como modelo del poder de Roma, a través de la obra pública, con inmuebles e infraestructuras de gran importancia similares a las de otras grandes ciudades del Imperio, como el notable sistema hidráulico o el circo.
La gran importancia del Toledo romano ha pasado desapercibida prácticamente hasta nuestros días, debido al amplio desarrollo que tuvo la ciudad en épocas medieval y moderna, focalizando en interés en otros monumentos ampliamente estudiados y provocando la destrucción de todo lo anterior, dada la escasez de suelo urbano.
“Bajo muchos metros de sedimento, bajo las construcciones actuales y Medievales de Toledo, se sigue ocultando la ciudad más antigua.”
A continuación os ofrecemos un breve listado de algunos de los restos más o menos monumentales del Toletum romano, que aún, se pueden encontrar en la ciudad de Toledo:
El acueducto romano de Toledo
Como ya hemos comentado en otras ocasiones (ver monumentos desaparecidos), Toletum contó con un impresionante acueducto datado del siglo I o II d.C. que solucionaba el problema de abastecimiento de agua a la ciudad trayéndola desde el pantano de Alcantarilla, en Mazarambroz, ubicado a unos 38 km.
Hay muchas interpretaciones que sugieren cómo pudo ser este enorme acueducto. Los cronistas árabes, que pudieron observarlo aún en pie o en gran parte, mencionan que estaba edificado con un solo arco, pero bien pudieron confundir el acueducto con el Puente de Alcántara, también romano, en sus descripciones.
Probablemente el acueducto no tuvo una apariencia tan impresionante como la idealización anterior, pues los restos conservados más bien sugieren una estructura de puente-sifón, mediante un descenso vertiginoso del agua desde la cota de la actual Academia de Infantería, para salvar el Tajo con un puente a la altura de los restos actuales y luego ascender de nuevo hasta la cota del Alcázar.
Exactamente no se sabe cuándo fue eliminada esta gran obra arquitectónica. Parece que pudo ser destruido por los musulmanes hacia el año 911 como consecuencia de haber negado el walid de Tolaitola Kalib-Aben-Hatan la obediencia al califato de Córdoba, lo que causó la furia de Abd-Er-Rhaman. Éste, al frente de un gran ejército vino a Toledo para castigar la traición de su vasallo y fue entonces cuando cortó el acueducto para dejar a la ciudad sin agua. Validando esta afirmación, en 1085 cuando Alfonso VI entra en Toledo, insiste mucho en la sed que pasaron sus tropas en los campamentos emplazados cerca del Castillo de San Servando.
Actualmente solo se conservan de aquella colosal obra los frogones en las márgenes del río, fotografiados desde antiguo, los llamados “hornos de vidrio” en terrenos de la Academia de Infantería (sifones del acueducto) y el tramo subterráneo que transcurre a las afueras de Toledo. También parte de la estructura subterránea intramuros se conservaría y se sigue investigando en la actualidad, pues alimentaría con agua a las termas y diversos recursos hídricos en la ciudad.
¿Y no era más fácil subir el agua desde el río Tajo que rodea la ciudad? Pues parece que no, pues hasta bien entrado el siglo XX no se logró contar con agua corriente en la ciudad… Los romanos ya lo solucionaron hace dos mil años.
Circo romano de Toledo
El circo se trata del vestigio más importante del Toledo romano, con las mayores dimensiones del ámbito provincial del Imperio, siendo su longitud de 423,10 m. y su anchura de 100,80 m., con una superficie total de 40.800 m2., que facilitó que se celebraran carreras de carros hasta época tardorromana, (hasta finales del siglo IV o V d.C.)
Contaba con un muro central (spina) y alrededor de la gran pista se situaban unos graderíos soportados por bóvedas cuyas filas superiores estarían formados por una estructura de madera.
Con un aforo mínimo de 15.000 espectadores, la monumentalidad del circo de Toledo es indiscutible, aunque sus restos se encuentren en un estado lamentable, pues durante siglos han sufrido expolio, voladura de estructuras o edificación sobre las mismas. Hoy en día se pueden visitar, los restos se encuentran divididos por la avenida Carlos III y ubicados en un parque y en un paseo recientemente recuperado que servía como aparcamiento.
Las murallas romanas de Toledo
Con respecto los límites o pomerium, las únicas evidencias arqueológicas de muralla las encontramos en el entorno de la iglesia del Cristo de la Luz. Los sondeos llevados a cabo tanto en el huerto de Carmelitas Descalzas como bajo la puerta del Sol han despejado alguna de las incógnitas sobre el recinto amurallado de esta época. Apareció la traza de una torre circular de 5,60 m. de diámetro, fechada en el tercer cuarto del siglo I d.C., según Taboada y Azcárraga.
Según Carrero (1981), pudo existir muralla romana desde la zona del Alcázar (posible zona de acuartelamiento romano), bajando por la cuesta del mismo hacia la actual Zocodover, hasta la calle Armas y Miradero, donde existió un torreón. Un muro pudo bajar hacia el Puente de Alcántara también desde el Alcázar, cerrando el perímetro en las proximidades del puente. Una de las puertas se ubicaría en el actual Arco de la Sangre.
Es probable la existencia de más muralla romana, abarcando el resto de la ciudad, pero en la actualidad el trazado exacto permanece difuso. Algunos recientes artículos como el publicado por Vassilis Tsiolis y Rebeca Rubio (ver bibliografía) tratan de dar un poco más de luz a la disposición defensiva romana en Toletum.
Sistema hidráulico de Toletum
En los últimos años se han sucedido importantes descubrimientos arqueológicos de época romana bajo la estructura urbana de la actual Toledo. Los subterráneos de la ciudad guardan la memoria de importantes edificaciones romanas, que no se conservan, pero que gracias a las investigaciones actuales nos ofrecen información del notable desarrollo urbanístico que tuvo nuestra ciudad.
Destacan entre todos las imponentes termas que hubo en Toletum y los restos conservados, que comprenden un complejo entramado de depósitos, canalizaciones subterráneas y salas que hoy en día se pueden visitar, gracias a la labor realizada desde el Consorcio de la Ciudad de Toledo:
Thermae: termas romanas de Toletum
Hoy es un espacio subterráneo ubicado en la Plaza Amador de los Ríos troceado como un gran puzle subterráneo y que se desarrolla en una extensión de unos 2300 metros cuadrados bajo la mencionada plaza (incluyendo la oficina del Consorcio en las Termas Romanas) y las diferentes viviendas ubicadas en la zona, bajo el Oratorio de San Felipe Neri y se extiende hasta dependencias subterráneas bajo la delegación de Hacienda ubicada junto a la Iglesia de los Jesuitas. Una extensión muy significativa que nos permite hacernos una idea de la monumentalidad de estas termas de las que sólo conservamos accesible una pequeña parte.
En este inmueble denominado Thermae tras su excavación reciente, hay importantes estructuras romanas que pertenecerían al complejo hidráulico localizado en la plaza de Amador de los Ríos. Se ubica allí un aljibe de grandes dimensiones acabado interiormente en almagre y un criptopórtico a menos cinco metros de la calle con fábricas de opus concertatum y opus caementicium. Sobre estas estructuras de etapa antigua hay sobrepuestas fábricas altomedievales y modernas de fábrica cerámica de ladrillo macizo.
En las tareas de excavación de Thermae se localizó una interesante estatua de un sátiro danzante. Se dejó una copia in situ.
Las bóvedas romanas bajo la calle Alfonso X, en la Delegación de Hacienda
Bajo la antigua Casa Profesa de la Compañía de Jesús en Toledo, en la calle Alfonso X el Sabio, y ahora ocupada por la delegación de Hacienda, se ubican los subterráneos romanos que forman parte de la anterior canalización descrita, consistentes en tres cámaras unidad entre sí y una cuarta adosada transversalmente con bóvedas rebajadas de opus caementicium y arcos de ladrillo. También se han recuperado en los últimos años canalizaciones como una extensa cloaca. Actualmente no son visitables.
Cuevas de Hércules
No son pocas las ocasiones que hemos hablado de estas famosas cuevas toledanas. Rodeadas desde antiguo por leyendas y misterios, en realidad se trata de una de las grandes cisternas o depósitos hidráulicos romanos de Toletum. Leer más: Cuevas de Hércules en Toledo.
La investigación arqueológica ha podido constatar que el depósito fue construido en torno a la segunda mitad del siglo I d.C. con forma rectangular, de 6,00 m. de ancho por al menos 11,50 m. de largo y 4,00 de alto. Estaba realizado con pequeñas piedras cogidas con una fuerte mezcla de cal yeso y arena (opus caementicium) y revestido en su interior con un cemento hidráulico especial (opus signinum).
En un momento posterior, todavía por establecer (aunque siempre en el marco de la época romana), la construcción original fue parcialmente revestida en su interior con grandes sillares de granito y dividida en dos en sentido longitudinal por medio de tres grandes arcos igualmente de granito. Sobre las dos naves resultantes, comunicadas entre si por medio de los arcos, se construyeron sendas bóvedas con bloques de caliza blanca (sólo una de las dos naves es propiedad del Consorcio) –Fuente–
Se puede visitar.
Cloacas romanas en Toledo
Aunque se desconoce gran parte del trazado de la red de evacuación de aguas residuales del Toledo romano, ésta es probablemente una de las infraestructuras de esta época que, gracias a su reutilización en el tiempo (en ocasiones sin descanso hasta prácticamente nuestros días), mejor se ha conservado.
Las cloacas mejor documentadas son las del Cristo de la Luz, la Bajada del Barco y Juego de Pelota, la calle de la Sal, la Cuesta del Águila, puerta de Alcántara o los Sótanos de Hacienda.
Según Rubio, Passini e Izquierdo, aunque la información arqueológica publicada no es abundante, el número de cloacas de las que se tiene constancia resulta significativo a día de hoy, permitiéndonos realizar una visión de conjunto tanto del subsuelo como del hipotético sistema viario que discurriría sobre parte del alcantarillado. Frente a lo que ocurre con la ciudad vertical de época romana, de la que poco o nada se ha conservado en pie, parte de su red de alcantarillado permaneció en uso hasta la introducción de nuevos colectores a mediados del siglo XX.
y equivalentes en el caso urbano a las grandes calles monumentales, posiblemente formaría parte del cardo máximo de la ciudad romana de Toletum.
Villa de la Fábrica de Armas y sus mosaicos.
Todas estas grandes edificaciones ubicadas en gran parte “intra moenia” (dentro de las murallas de la ciudad) fueron utilizadas por miles de ciudadanos que en su mayoría residían también dentro de esa muralla, pero un buen número se trasladaban a zonas de labranza o propiedades de recreo. Se tiene constancia de villas romanas en zonas como Azucaica (zona de “La Vinagra”), Mazarracín, Monterrey…
Entre estas ubicaciones destacamos la villa ubicada en la zona actual de la Fábrica de Armas (actual Campus de la UCLM), descubierta de forma fortuita en 1923. La excavación realizada ese mismo año sacó a la luz dos mosaicos y algunas estructuras, siendo éstos los que, dada su riqueza decorativa, fueron objeto de varios estudios y publicaciones, mientras las estructuras permanecieron sin documentar y, finalmente reducidas al olvido. (Más información en: “La villa romana de la Fábrica de Armas (Toledo) en La Vega Baja. Investigación, documentación y hallazgos“)
Puente de Alcántara
Aunque la primera noticia que se conserva de él es de época islámica, su origen es romano, ubicado en el punto en que la distancia entre las orillas es menor. Por aquí cruzaban las calzadas romanas que unían Emérita Augusta (Mérida) con Caesar Augusta (Zaragoza), así como las que continuaban hasta el levante y el sur pasando por Consaburum (Consuegra). Puedes consultar más información sobre el Puente de Alcántara en este artículo.
Calzadas Romanas en Toledo
Como anteriormente hemos comentado, la situación de Toletum en el centro peninsular la definían como un cruce de caminos, de calzadas romanas, con destino a otras urbes. Uno de estos caminos que unía con el sur peninsular es el que pasaba por el Puente de Alcántara, rodeando la actual ubicación del Castillo de San Servando, de la que aún quedan algunos restos sobre la zona militar del arroyo de la Degollada.
Algún autor también creen en la existencia de una “Vía Sacra” en la actual zona de la Avenida de la Reconquista que daría sentido al nombre de la Puerta de Bisagra, también en la zona del circo y una de las necrópolis romanas, con destino a Augusta Emérita.
Finalizamos este artículo con la sana intención de despertar en el lector la curiosidad por el Toletum romano, en muchas ocasiones ignorado por la gran potencia y riqueza de monumentos posteriores, pero esencial para el conocimiento de la ciudad actual. No hemos abordado en esta publicación la existencia de posibles monumentos como templos, necrópolis, el probable teatro o anfiteatro ubicado en la zona de las Covachuelas, la ubicación del foro… Aún queda trabajo por hacer en Toledo, gracias y ánimo a todos los arqueólogos que siguen descubriendo el Toledo oculto.
Bibliografía:
- Aranda Gutiérrez, F.; Carrobles Santos, J.; Isabel Sánchez, J.L. (1997) “El sistema hidráulico romano de abastecimiento a Toledo“. IPIET. Toledo.
- Carrero de Dios, M. (1981): “Las murallas y las puertas de Toledo“. IPIET.
- Fernández Casado, Carlos. 1979: Puente de Alcántara sobre el Tajo en Toledo, Informes de la Construcción 32: 39-72
- Rubio Rivera, R., Valero Tévar, M.A., Molina Cañadas, M. y Arcos Domínguez, M.C., “La villa romana de la Fábrica de Armas (Toledo) en La Vega Baja. Investigación, documentación y hallazgos“. Cuenca, 2011, 57-83.
- Rubio Rivera, R., “El circo romano de Toledo y la Vega Baja en época romana“, en AA.VV., La Vega Baja. Investigación, documentación y hallazgos, Cuenca, 2011, pp. 35-56
- Rubio Rivera, R.; Passini, J.; Izquierdo Benito, R. (2018): “El agua en Toledo y su entorno: épocas romana y medieval“. Cuenca. UCLM.
- Ruiz Taboada, A.; Azcárraga Cámara, S. (2015) “Nuevos datos sobre el diseño urbano de Toletum: las cloacas de la Bajada del Barco“.
- Sánchez Palencia, F.J., et al. (1996): “Toledo, arqueología en la ciudad”. JCCM.
- Tsiolis, V. y Rubio, Rb. (2004) “El primer recinto amurallado de Toledo”, en Carrobles Santos, J. (dir.), Las murallas de Toledo, Fundación Caja Madrid, Madrid, 227-250.