Dicen que Toledo es un inmenso museo al aire libre y puede que tengan razón. Hay mucha belleza en el exterior (Iglesias, mezquitas, sinagogas, museos, el laberinto de calles, etc.). Un día leí que la verdadera belleza es la interior, la única que no perece, la única que no se puede arrebatar y que sólo se puede ver cuando se mira con los ojos del alma. Creo que es un buen razonamiento y de este modo, una visita a la Catedral de Toledo es sumergirse en un mundo de luz, fantasía y colorido.
Cuando se entra por primera vez en el templo primado, hay cuatro cuestiones que quiero resaltar. La primera de ellas es el contraste que ofrece el amplio espacio con el que nos encontramos después de haber deambulado por las calles estrechas o por las irregulares plazas. Lo segundo que quiero destacar es la limpieza que podemos observar, gracias al personal de mantenimiento y empleados de la catedral. Un tercer punto que llama la atención a nada que andamos unos pasos es, que observamos unos gorros colgados del techo o entre las columnas: Son los capelos cardenalicios. Existe͞ la tradición de colgarlos sobre las tumbas en el momento de ser inhumado el cardenal. Y el cuarto aspecto destacable es la disposición de las naves. Las dos laterales son más anchas y bajas que las colindantes; esto produce en efecto piramidal que hace que la catedral de Toledo tenga una elegancia inesperada cuando observamos la nave central y el crucero con sus cuarenta metros de altura.
Sus ciento veinte metros de longitud por sesenta de ancho, hacen del templo toledano el segundo más grande de España en estilo gótico, sólo por detrás de la catedral de Sevilla. Comprende tal cúmulo de maravillas y obras de arte que, a veces, pequeños detalles pasan desaperdibidos. Hace un tiempo hice en este mismo espacio, un catálogo de las imágenes de la Virgen María más visibles, representativas y que pueden verse con facilidad. Lo titulé: “La Virgen María en la catedral de Toledo“. Ahora quiero hacer algo parecido con una explicación sencilla de los cuadros, relieves, pequeños retablos y otros detalles que se encuentran colgados en algunos de los ochenta y ocho pilares, o diseminados por las naves del templo primado. Creo que merece la pena dedicarles unos minutos cuando se realiza una visita exhaustiva a la catedral o bien cuando asistimos a misa, a rezar a la Virgen del Sagrario o a cualquier otro asunto.
Aquí no me detendré en dar explicaciones de los demás ambientes de la catedral así como de su rico patrimonio.
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Después de la Guerra de la Independencia y de la Guerra Civil de 1936, desaparecieron muchos detalles que nos describe Sixto Ramón Parro y han sido sustituidos por otros nuevos, de los cuales, algunos no están catalogados.
Espero que les guste y que a partir de ahora no miren las columnas del templo primado como si estuviesen vacías de contenido.
Este catálogo lo he dividido en tres grupos:
- Cuadros.
- Relieves y retablos.
- Otros detalles.
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Agradecimientos:
Manuel Gualda Pliego (Guía oficial de turismo y empleado de la catedral).
Sección de patrimonio de la S.I.C.P.
Bibliografía:
Toledo en la mano de Sixto Ramón Parro.
Texto: Carlos Dueñas Rey