El frío, muy presente en estos días, no es cosa nueva en la ciudad. ¿Algún lector de esta Web ha visto el Tajo a su paso por Toledo totalmente helado?
“Fue yelado el Tajo de part en part, era MCCXXIX”.
Es la única vez que los Anales anotaron una baja tan extraordinaria de la temperatura en el valle del Tajo, que raras veces se produce en esta zona, ya que precisa al menos de -18º. Con posterioridad y aproximadamente una vez por siglo, hay constancia de este fenómeno; el primero en 1536, cuando
“se heló el Tajo de tal manera que jugaban los niños sobre él y bailaban, atravesándolo incluso con caballerías”
(R. Gonzávez: “El clima toledano en los siglos XVI y XVII”, Bol. Real Ac. Historia CLXXIV, cuad. II, Madrid, 1977, p. 311)
O en 1697, cuando el 6 de febrero
“se heló el Tajo a su paso por Toledo en todas partes, excepto en las corrientes de las presas”
(ibid, p. 330)
Y en 1767, cuando se heló también el río, según anotó el sacristán de la parroquia de San Pedro, en la catedral, al final del libro de bautismo nº 7 (G. Mora del Pozo: “La ciudad de Toledo en 1723 vista por un ingeniero inglés”, en Alminar, número 1, Toledo 1988, p. 88 n. 8)
Y por último, en una fecha imprecisa de finales del siglo XIX, según nos indica el Dr. López-Fando, a quien se lo relató su abuela paterna, añadiendo que la capa de hielo fue lo suficientemente fuerte para que montaran un puesto de bebidas debajo del puente de Alcántara, que prudentemente ordenó quitar el gobernador de la provincia (Julio Porres M. Cleto: “Los anales toledanos”)
Visto en L. Moreno Nieto “Toledo, sucesos, anécdotas y curiosidades”, Ed. Zocodover, 1995.
¿Alguien duda que el frío de estos días es algo poco frecuente? Tal vez en los últimos 30 años… Hacía mucho que los toledanos no veíamos nevar dos veces en el mismo año, aunque como una vez más nos demuestra la historia, nos equivocamos.