Muchos de los visitantes (y habitantes) de Toledo desconocen que sobre el Arco de la Sangre que da acceso a Zocodover se encuentra una pequeña capilla que guarda viejas tradiciones y un importante Cristo del mismo nombre. En Semana Santa si pasas por esta céntrica plaza observarás cómo la capilla abre ventanales y nos deja ver lo que allí se esconde.
El hoy conocido como “Arco de la Sangre” fue parte de la muralla del Alficén en tiempos de la invasión musulmana. El actual arco probablemente fue una puerta que comunicaba la Alcazaba con la Medina. A esta puerta se la llamaba bab-al-Yayl (puerta de los caballos) y más tarde Puerta Alfadá o de la Explanada.
Su nombre actual, obedece a que sobre este arco de herradura se oculta la imagen del Cristo de la Sangre, en una pequeña capilla habitualmente cerrada que es visible desde la Plaza de Zocodover. La imagen procede de una vieja cofradía fundada en tiempos de Sancho III, pero la capilla no fue creada hasta el reinado de Enrique IV. Esta peculiar ubicación sigue la costumbre árabe de ubicar un oratorio sobre algunas puertas y arcos para asegurar buen viaje a todo aquél que sale de la ciudad y cruza la puerta.
Según Marina, en la “Nueva Guía de Toledo” (1892) la capilla tenía tres balcones, que “suelen abrirse al obscurecer y que dejan ver la sagrada efigie de El Cristo de la Sangre, (que) pertenece a la Cofradía que bajo la advocación de Preciosa Sangre de Cristo fundara el rey D. Sancho el Deseado, para asistir a los reos condenados a muerte.”
La historia de la Cofradía del Cristo de la Sangre es muy curiosa, pues junto con la Cofradía de la Santa Caridad fueron fundadas tras la reconquista por el Cid Campeador, desempeñando un importante papel asistencial durante siglos. En este período muchas personas sin recursos de ningún tipo morían de diversas enfermedades o heridas, ahogados en el Tajo, y también ajusticiados, y estas cofradías buscaban los medios para su enterramiento. La del Cristo de la Sangre prestaba, esencialmente, asistencia espiritual, mientras que la de la Caridad sufragaba el entierro de ajusticiados.
Para ello, los cadáveres de los fallecidos eran expuestos en el centro de Zocodover en una especie de templete ovalado cubierto con una cúpula llamado “Clavicote“, buscando las limosnas para facilitar su enterramiento. Cuando había algún evento en la plaza, este Clavicote era desplazado bajo el Arco de la Sangre.
Artículo sobre el Clavicote (vía Toledo Olvidado)
Como indica Rafael del Cerro Malagón (Archivo Secreto, 2008) hacia 1814 se retiró de Zocodover el “jaulón de madera” conocido como el clavicote, “dispuesto para la exposición de cadáveres de menesterosos y su posterior entierro bajo los auspicios de la cofradía de la Santa Caridad, en 1830, se anota posiblemente la que sería la última ejecución pública en esta plaza donde tampoco ya se daban corridas de toros.”
También se le daba otros usos, como apuntó Pisa: “Sobre el arco por donde salen desta plaça [Zocodover] para baxar al hospital del Cardenal, ay vna capilla en alto, que es de los cofadres de la preciosa Sangre, en la qual se acostumbra a dezir Missa, para que no queden sin oyrla los que estan ocupados en vender: los quales por el tiempo que la Missa se dize, cessan del negociar. Francisco de Pisa “Descripcion de la Imperial Ciudad de Toledo” (1605)
En el incendio del edificio durante la Guerra Civil, como apunta Goitia Graells en la revista Toletum, se quemó el archivo que se conservaba en la capilla. La forma de proceder de esta Cofradía era la siguiente: “una vez pronunciada la sentencia, condenatoria a muerte, por el tribunal o autoridad competente, y señada la fecha de entrada del reo en Capilla, dicha autoridad lo comunicaba a las dos Cofradías (Sangre y Santa Caridad) las que inmediatamente procedían según lo ordenado en sus Constituciones. Primeramente la Cofradía de la Santísima Sangre de Cristo, instalaba la Capilla en la habitación que el Alcaide de la Cárcel indicaba, retirándose una vez esto efectuado, y entonces, la Santa Caridad se hallaba presente en el acto de la comunicación al reo de la sentencia dictada (…). En el momento de la salida para la ejecución, se hacían cargo de él los cofrades de la Santísima Sangre de Cristo, los cuales desde ese momento recorrían la ciudad implorando limosnas con destino a sufragios. La Cofradía de la Santísima Sangre de Cristo acompañaba al reo hasta el momento de ser ajusticiado, retirándose y dejando de pedir limosnas desde ese momento.
El cuerpo, transcurrido el tiempo que la autoridad señalaba, era conducido en unas andas, portadas por los Hermanos, antiguamente al Clavicote instalado en Zocodover y posteriormente al Cementerio que la Cofradía poseía en el Pradillo del Carmen (y que posteriormente se trasladó a la Vega Baja)
En este mismo documento se apuntan datos muy curiosos sobre diversas ejecuciones que recomendamos leer.
Suárez Quevedo apunta en el artículo “Ocio y negocio santificados. Sobre el Cristo de la Sangre en Toledo: cofradía, imagen, puerta y capilla de Zocodover” lo siguiente: “Su advocación remite obviamente a un Cristo crucificado, presuntamente una escultura en madera policromada, pero también pudo ser otro el material, o acaso una pintura o un estandarte; este último incluso como insignia además de la correspondiente talla que, en el devenir de esta asociación o confraternidad de caridad o piedad cristiana y los avatares de su sede, debieron de ser varios, siempre crucificados, como el referente más apropiado de una buena muerte para los citados reos, bajo el amparo de la sangre redentora de Cristo.”
Y sigue más adelante:
“Nos confirma Parro, por otro lado, que la citada cofradía tenía como instituto asistir a los reos que van a ser ajusticiados, desde el momento que los ponen en capilla hasta el instante de morir (pues en muriendo quedan ya a cargo de la cofradía de la Caridad); del mismo modo nos aclara que cuando acaece una ejecución, a manera de aviso a la ciudad y de enaltecer su piadosa misión, ponen un paño de terciopelo encarnado con galón de oro, y bordados de lo mismo en su centro el escudo de las armas Reales [se entiende que las de Castilla por la fundación de Enrique IV] y el blasón de la cofradía, (que consiste en las cinco llagas del Redentor goteando sangre), colgado del antepecho del balcón del oratorio, diciéndose allí mismo una misa por la salud eterna del reo, sin perjuicio de hacerle los demás sufragios a que alcancen las limosnas recogidas. Alude finalmente este ilustre cronista de la Ciudad Imperial a que en su tiempo, hacia mediados del ochocientos, se continuaba aún con la costumbre de, al anochecer, abrir el balcón del centro de la Capilla, que permanece así hasta hora bastante avanzada, apareciendo la imagen alumbrada con más o menos luces, según las limosnas, pues la cofradía sólo abona el aceite para un farol que se ve en el centro de la capilla; pero rara vez deja de tener dos, cuatro y aún más luces que los devotos suministran, cuidando de encenderlas, como de abrir y cerrar el balcón, un portero dependiente de la corporación, el cual viste de encarnado en los actos públicos de ella, ostentando un gran escudo de plata en que están grabadas las armas de la cofradía. Sugestiva y muy sugerente semblanza la que nos glosa aquí Parro, con el Cristo de la Sangre así expuesto e luminado en la noche en su Capilla de la toledana plaza de Zocodover.” (Como podemos observar en la foto de Utrilla al final de este artículo)
En la página que el Archivo Municipal tiene en la Web de la ciudad contemplamos varias fotografías del Cristo de la Sangre, conservado hasta 1936:

La destrucción de esta zona de Zocodover en la Guerra Civil afectó directamente a la capilla (ya había sufrido al menos otro incendio en 1589). El actual arco que conocemos fue reconstruido en 1945, pues prácticamente fue destruido durante el asedio al Alcázar:
Fuente: Toledo Olvidado
Como se puede suponer, el Cristo que actualmente se encuentra en la capilla sobre el Arco de la Sangre es una réplica, pues el original fue destruido en el mencionado asedio. El actual, fotografíado el miércoles santo (4/4/12) por David Utrilla para “Toledo Secreto” es el siguiente:
* Las fuentes bibliográficas utilizadas en este archivo se mencionan y enlazan en el texto.